jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo mires como lo mires el amor nunca deja de ser un juego, desde el momento en que cupido lanza la flecha, hasta después de la ruptura que jugamos a ver quien olvida primero. Claro que como en todo juego hay reglas y equipos. En el momento de hablar por primera vez con él, es un reto y nos gusta, nos engancha el tonteo, el picarnos el uno al otro, el poner o no un (L) o un TQ, como el corazón te va a mil por hora esperando a que te conteste. Después llegan los sms a las tantas, las llamadas, el primer beso, es todo un juego,es el juego del amor. El problema viene cuando entran terceros jugadores en el juego. Ahí es cuando tienes que demostrar si estáis en el mismo equipo jugando juntos o jugáis cada uno por separado el uno contra el otro, manera en la que solo quieres ganar y para ganar en un juego la única forma que hay es hacer perder al otro.

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